El espectro emocional del trader se podría definir con una escala entre absolutamente conservador y tímido -al punto de parálisis- y extremadamente agresivo y desmedido. Ninguno de los dos extremos le permitiría a un operador ser rentable en el mediano plazo. Este espectro varía según cada persona pero curiosamente también varía según el día.
Difícilmente pueda un trader ubicarse en el mismo punto de este espectro día tras día y durante numerosas sesiones consecutivas. Habrá días en los que se sentirá tentado de abrir posiciones con el mínimo e indispensable de confirmación y días en los que le costará abrir hasta el trader más “de libro” y con menos riesgo que se presente ante él/ella.
Trader equilibrado, no es sinónimo de trader mecánico. El operador se tiene que ajustar al contexto de mercado cada día y a su “sí mismo” de cada día. Fluye dentro del espectro en función de lo que dicta el precio y su carga emocional. Esto es probablemente lo más desafiante e interesante al mismo tiempo que ofrece esta actividad, ningún día el mercado va a ser el mismo ni va a dar un movimiento clonado de otro pero tampoco ningún día será exactamente el mismo trader quién lo esté operando.
Cada sesión se sienta una persona frente a la pantalla con un día más de experiencia encima, y con una predisposición emocional sutilmente diferente a la del día anterior. Por supuesto que con el paso del tiempo y la experiencia obtenida, tiende a equilibrarse la carga emocional, y el trader tiende al equilibrio dentro de ese espectro mencionado.
Ahora bien, ¿es el trader permanentemente equilibrado el mejor? ¿Es el trader que se ubica en el medio de este espectro el más eficiente? La respuesta es no, o más bien deberíamos redefinir la idea de equilibrio no como un absoluto sino como un punto fluctuante en función de más variables. Trader sobresaliente será aquel que logre desarrollar la habilidad para pendular en la escala en función de lo que mejor se adapte al contexto de mercado diario de cada instrumento – incluso dentro de una misma sesión si es necesario – y se conozca tan bien que sea capaz de revertir o al menos frenar su actitud cuando el mercado le haya probado estar equivocado.
Excelente artículo. Toda la razón, la clave del trading es el “equilibrio que se obtiene entre la experiencia y el control emocional”. Todos los días de operación son distintos, somos personas insertas en un entorno con muchos ruidos en el entorno. Hay días en lo que mejor es NO operar, cuando operemos debe existir tranquilidad y así aplicar los conocimientos adquiridos y tomar las decisiones sin emoción.
Tómese su tiempo para definir la estrategia, identifique los intervalos de precios del día y de acuerdo al Mapa de Precios defina la entrada. Nunca olvide que el mercado es volátil.
La disciplina y los hábitos nos llevarán al equilibrio deseado.