El Banco Central Europeo (BCE) tiene como objetivo principal mantener la estabilidad de precios, definida como una tasa de inflación del 2% a medio plazo.
En diciembre de 2024, bajo la presidencia de Christine Lagarde, el BCE redujo los tipos de interés en 25 puntos básicos, situando la tasa de depósito en el 3%.
Esta decisión respondió a una evaluación de las perspectivas de inflación y la dinámica económica de la eurozona.
Según las actas de la reunión de diciembre, publicadas el 16 de enero de 2025, se discutió la necesidad de recortes graduales y cautelosos en los tipos de interés debido a la debilidad de las presiones inflacionarias y la actividad económica anémica.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, señaló que el proceso de desinflación «va por el buen camino», pero enfatizó la importancia de la prudencia ante la elevada incertidumbre económica y política.
Para enero de 2025, se espera que el BCE, bajo la dirección de Christine Lagarde, continúe con una política monetaria acomodaticia. Los mercados anticipan una nueva reducción de 25 puntos básicos en la reunión programada para el 30 de enero, lo que situaría la tasa de depósito en el 2.75%. Esta expectativa se basa en la necesidad de estimular la economía de la eurozona y acercar la inflación al objetivo del 2%.
En resumen, el BCE, liderado por Christine Lagarde, probablemente mantendrá una postura de flexibilización monetaria en enero de 2025, con posibles recortes adicionales en los tipos de interés para abordar las condiciones económicas actuales y futuras.
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