La Ley de Reducción de la Inflación, diseñada para dar prioridad a la industria manufacturera y de servicios estadounidense con 500.000 millones de dólares en desgravaciones fiscales a lo largo de diez años, prevé excepciones especiales para los países que tienen acuerdos de libre comercio. La Unión Europea tiene la oportunidad de acceder a estas ventajas asegurando un acuerdo comercial sobre materiales críticos utilizados en los diseños de vehículos eléctricos.
En un principio, los socios comerciales de Asia y Europa se mostraron descontentos por el hecho de que este enfoque les excluyera de oportunidades lucrativas en el mercado estadounidense -especialmente en lo que se refiere a los automóviles-,
La Secretaria Janet Yellen indicó recientemente que podría haber motivos para el optimismo si las naciones ya tuvieran pactos comerciales vigentes con Washington, algo de lo que actualmente carece la UE.
Para fomentar el uso de vehículos eléctricos en Norteamérica, la legislación estadounidense ha fijado un nivel mínimo para las materias primas utilizadas. El valor de los materiales debe proceder de Estados Unidos o de países socios que hayan firmado acuerdos de libre comercio con Washington, como Canadá y México. Como dijo la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen: «Si los países se adhieren a él, podríamos encontrar algo como esto para calificarlo como zona de libre comercio», lo que sugiere que pronto habrá más acuerdos comerciales
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